Cada siete de abril se celebra el Día Mundial de la Salud. Una fecha destacada que puede acabar pasando desapercibida entre todas las jornadas de este tipo que jalonan el calendario, pero que debemos ver como una llamada de atención y una oportunidad para ser más conscientes de los hábitos que nos permiten llevar una vida más saludable y en los que la alimentación tiene un peso fundamental. Entre las principales recomendaciones que hacen los expertos respecto a la dieta se incluye tomar más frutas y verduras, limitar el consumo de azúcares simples y elegir grasas saludables para nuestros cocinados. Un aspecto este último en el que el aceite de oliva virgen extra juega un papel fundamental, ya que es una de las grasas más saludables que podemos incorporar a la dieta.
No en vano, la propia Organización Mundial de la Salud ha reconocido en muchas ocasiones a la Dieta Mediterránea como una de las mejores opciones que existen en la actualidad. Y el aove es una pieza clave, ya que se ha demostrado que sustituir las grasas saturadas por las insaturadas en la medida de lo posible ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, en el marco de un estilo de vida saludable. Precisamente el aceite de oliva virgen extra se caracteriza por su alto porcentaje de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas que lo convierten en una fuente de grasas más equilibrada y sana que otras opciones.
Lejos quedan los tiempos en los que el consumo de grasas en general se relacionaba con una mala salud. Las grasas deben ser una parte fundamental de la dieta, ya que cumplen muchas funciones específicas en el organismo y forman parte, por lo tanto, de cualquier planificación nutricional completa y equilibrada. Por este motivo es importante elegir bien las grasas que incorporamos a nuestra ingesta diaria para obtener sus beneficios de energía y salud y prevenir los efectos adversos que aparecen como consecuencia de una mala alimentación.
Antioxidantes y vitaminas
El aceite de oliva puede presumir de otras cualidades positivas que lo convierten en un tesoro de nuestra gastronomía. La elevada presencia de sustancias antioxidantes como los polifenoles o la vitamina E ayudan al organismo a defenderse de las agresiones externas y a ralentizar el deterioro propio de la edad. El consumo diario de aceite de oliva se relaciona de este modo con una mejor salud cardiovascular e incluso con una menor incidencia de otras enfermedades graves como determinados tipos de cáncer.
Por eso desde Óleo Jarico nos sumamos cada año a las campañas para promover hábitos de vida saludables. Nuestra filosofía de trabajo nace de la pasión por la producción del aove. Un ciclo integral que nos permite cuidar todas las cualidades saludables del aceite, a lo largo de todo el proceso de producción. Nuestro equipo de expertos garantiza el cuidado máximo de los olivos, el tratamiento más adecuado de las aceitunas y el proceso de prensado y envasado que garantizan una mejor conservación del aceite y de sus cualidades tanto de salud como de aroma y sabor.
El virgen extra de Óleo Jarico se convierte así es un ingrediente imprescindible en cualquier cocina, ideal para cualquier uso gastronómico y con las mejores cualidades de cada variedad de aceite. Somos expertos en el envasado monovarietal, manteniendo y potenciando las cualidades propias de los diferentes tipos de aceituna.
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