Para quienes nos dedicamos al mundo del olivar no hay ningún momento tan emocionante como el de empezar una nueva campaña de recogida de nuestra aceituna y de producción de aceite de oliva virgen extra. La nueva campaña que acabamos de comenzar viene además con una expectativas excelentes. Nuestros olivos han respondido muy bien en los últimos meses y eso se ha notado en una gran calidad de los frutos que se está dejando ver también en las primeras remesas de aove.
El recorrido comienza, como cada año, en el campo, al pie de cada olivo, donde nuestros expertos en el cuidado del olivar han trabajado duro cada día para tener los árboles a punto. Y es que en Óleo Jarico somos expertos con tres décadas de experiencia a nuestras espaldas, un bagaje de conocimiento y saber hacer que se nota en árboles cuidados, sanos y llenos de vigor. Las condiciones climáticas además han acompañado este año, y el esfuerzo trae ahora su recompensa.
La recogida de la aceituna es un momento clave en el proceso, por eso empleamos los mejores métodos para recolectar el fruto siendo respetuosos con el olivo y seleccionamos las aceitunas con mimo, cuidando cada uno de ellos para que llegue en perfectas condiciones a la almazara. El proceso se inicia sin dilación, en un tiempo mínimo para preservar la calidad del producto.
Es entonces cuando llegamos a ese instante mágico en el que se inicia el la molienda con los primeros frutos que entran en la prensa de nuestra almazara y comienza a fluir el aceite de oliva virgen extra. Un proceso que no por haberlo vivido ya muchas veces pierde su encanto y que se convierte en un ritual en el que cada año volvemos a sentir la satisfacción de un trabajo bien hecho.
Maestros aceiteros
La parte principal de nuestra producción se dedica a los aceites virgen extra monovarietales, un tipo de producto en el que somos auténticos especialistas. Nuestros maestros aceiteros realizan la selección de los frutos y van analizando cada remesa de aceite para asegurar la máxima calidad en cada una de nuestras variedades. En Óleo Jarico la calidad de cada serie de aceite se comprueba minuciosamente en distintos momentos de la producción, de manera que el producto que llega al consumidor lo hace con la máxima garantía.
El aceite de oliva virgen extra debe contar con unas cualidades especiales de acidez, aroma y sabor que son el fundamento de un producto de calidad. La cata se realiza a ciegas y se tienen en cuenta los factores que hacen de su degustación un auténtico placer para los sentidos. Nuestros aceites cuentan con un nivel de acidez muy bajo y unos matices en boca muy ricos.
El envasado final se realiza en las mejores condiciones para preservar todas las cualidades del producto. En nuestras diferentes presentaciones cada consumidor final puede encontrar un formato que se adapta a sus necesidades y que llegará a su destino en el menor tiempo posible desde nuestra tienda online, la mejor manera de adquirir nuestro oro líquido.
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