Ya está aquí un año más la Semana Santa. En esta ocasión de nuevo tendrá que ser distinta a lo que estamos acostumbrados. La pandemia del coronavirus vuelve a limitar esta fiesta tradicional. No podremos disfrutar las populares procesiones en la calle, pero sí que podremos hacerlo de la gastronomía típica de nuestra tierra. Y no hay mejor manera que recurriendo a los clásicos. Pero en esta ocasión desde Óleo Jarico os proponemos darle una vuelta a la receta tradicional para sorprender a nuestros comensales con el toque fresco y cítrico de las naranjas. Ya veréis como con estas ideas triunfáis entre vuestros amigos y familiares.
Torrijas a la naranja
- Rebanadas de pan del día anterior o pan especial para torrijas.
- Dos naranjas de zumo
- Cinco cucharadas de azúcar.
- Leche
- Huevo
- Aceite de oliva virgen extra Óleo Jarico
Pocas recetas nos remiten tanto a las fiestas de Semana Santa como las torrijas. Todo un clásico que no puede faltar en ninguna mesa que se precie en esta época del año. Las torrijas, como cualquier best seller culinario, han conocido muchas variaciones y en esta ocasión os animamos a conocer una que le da a este postre un toque muy especial. Las torrijas a la naranja son muy fáciles de preparar y seguro que asombrarán a nuestros comensales.
La base del plato es la misma a la que ya estamos acostumbrados. El pan duro del día anterior o las rebanadas que se comercializan ya preparadas para realizar este plato. Pero en este caso lo primero que debemos hacer es sacar unas tiras de la piel de la naranja, con un instrumento adecuado. Es importante haber lavado bien las naranjas antes de realizar este paso y procurar quedarnos solo con la parte más externa de la cáscara. Si incluimos la parte blanca nos quedará con un toque mucho más amargo que puede estropear el resultado final.
Estas tiras de naranja las añadimos a la leche una vez que estén en el cazo al fuego muy tenue. No es necesario que llegue hervir fuerte, pero sí es necesario que se caliente durante unos minutos. A continuación debemos tapar el cazo, retirarlo del fuego y dejarlo reposar durante unos minutos. De este modo el aroma de la naranja quedará impregnado en la leche y le dará un toque muy especial a las torrijas. Además haremos un zumo con las dos naranjas y lo pondremos a calentar al fuego con las cucharadas de azúcar hasta que se forme un almíbar.
El resto del preparado es ya muy similar a las torrijas de toda la vida. Empapamos las rebanadas en la leche, las pasamos por huevo batido y las freímos en abundante de aceite de oliva virgen extra bien caliente. Este punto es importante para que las torrijas queden crujientes y se hagan de un modo correcto. Debemos sacarlas en cuanto estén doradas. Llega entonces el momento de decorarlas con el almíbar de naranja, que sustituye en este caso a la miel tradicional o al azúcar. Las podemos decorar además con más tiras de la piel. ¡Deliciosas!
Roscos de aceite a la naranja
- 500 gramos de harina (aproximadamente)
- Tres huevos
- Un vaso grande de zumo de naranja
- 150 gramos de azúcar
- Canela en polvo
- Aceite de oliva virgen extra Oleo Jarico
- Levadura de repostería
Los rosquillos de aceite son otra receta muy popular en Semana Santa en muchos puntos de Andalucía. Al igual que ocurre con las torrijas, cada pueblo y casi cada casa tiene su propia receta de este manjar. Nosotros vamos a proponer hoy realizarlos con un toque cítrico muy especial. Lo primero de todo será sacar ralladura de la piel de la naranja. De nuevo, es importante limitar la parte blanca. En este caso lo añadiremos a un vaso grande de aceite de oliva, lo calentaremos suavemente al fuego para que coja el aroma y lo dejaremos reposar.
Una vez el aceite está listo lo mezclamos con la harina, el azúcar, el zumo y los huevos en un bol grande. Es importante que todos los ingredientes queden muy bien mezclados. También aquí añadiremos otra parte de ralladura de la piel de la naranja. Es recomendable que la harina y la levadura las añadamos al final, poco a poco y sin dejar de batir para evitar que se hagan grumos. La masa, por supuesto, debe quedar espesa, por lo que deberemos añadir más harina si vemos que está quedando muy clara. La masa debe reposar un par de horas en la nevera o en un sitio fresco.
Ya solo nos queda darle forma de roscos a la masa. Para ello, nos humedecemos los dedos con aceite para que no se nos pegue la masa a los dedos, formamos bastoncillos de masa y le damos la forma redondeada. En una sartén con aceite de oliva bien caliente los vamos friendo hasta que estén bien dorados. Una vez fuera de la sartén y antes de que se enfríen los embadurnamos de azúcar y canela. ¡Y a disfrutar!
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